Hay proyectos que nacen del conocimiento,
hay proyectos que nacen de las ideas,
hay proyectos que nacen del asombro.
He visto el asombro desde el primer momento y
Tarthesh me ha ofrecido una parte divina
en los tonos, colores, armonía, en el azar.
Cuando aparqué, escuché el sonido de los guijarros,
y respiré el polvo. Me dije a mí mismo: el lugar de siempre,
voy a tener que adaptarme a algo que ya he vivido.
Después, al entrar en el Tarthesh, una soplo de magia
que coje por sorpresa y te sumerge en el silencio.
Una huída de columnas en forma de pilares blancos y negros.
alfombras, tapices, ollas sin fondo, detalles de antigüedades.
Un joven llamado Ettore, o tal vez “Ettorre”,
voz tranquila, apacible y gestos comedidos
como pausados. Incluso sus tupidas patillas
son discretas y fotogénicas; maneras elegantes
y auténtico ingenio. ¿Dónde estoy, y por qué no
puedo detener el tiempo en este lugar?
Ed Ettore: “Tarthesh es la tierra de las vetas de plata
nosotros guardamos la memoria, y la respiración.”
el recuerdo va a la obsidiana Cossyra, la simplicidad
de las líneas, los sonidos del silencio, el ímpetu del viento.
Las luces del alba son las de aquella noche que avanza,
avanza con sus alabanzas y palpitaciones.
Y de repente diviso el ágora del misterio de la palabra.
Fiancheggerò Tisia y Corace y el viejo Gorgia.
Ahora sé por qué estoy aquí, entre las vetas de plata
y la sonrisa de la luna. Y no voy a ser un visitante desprevenido.
De la filosofía a la viabilidad
INVITADO, la medida y las dimensiones
DIRECTOR, la idea y el sueño
HÁBITO, los valores y la paciencia
COCINA, la tradición y la continuidad
ARTE Y MISTERIO, la mano y la mente
PAISAJE, el mar y la tierra
PERFUMES, del mirto al mirto
ESPECTÁCULO, la naturaleza y el encanto
SAUNA, tonificante y relajación
FILM, la memoria y el presente
LA FAMILIA, hospitalidad y rigor
Así somos… TARTHESH